16 de octubre de 2014

Rompiendo algo (II), Belén Gopegui

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[...] Cuando te pregunten por tu poética, recuerda que no es tuya, pues la creación, la literatura, la hacen las colectividades a través de determinados individuos y no al revés, como se suele pensar. El filósofo inglés Robin George Collingwood escribió unas líneas que lo expresan bien: “El artista debe profetizar, no en el sentido de que anuncie el porvenir, sino en el sentido de que dice a su público, a riesgo de disgustarle, los secretos que guarda su corazón. Su cometido como artista es hablar alto, volcando al exterior las impurezas del ánimo. Pero no por ello debe expresar, como nos llevaría a creer la teoría individualista del arte, sus propios secretos. Los secretos que debe expresar son los de la comunidad. La razón de que la comunidad le necesite es que ninguna conoce su propio corazón; y al faltarle ese conocimiento, la colectividad se engaña a sí misma en materias cuya ignorancia equivale a la muerte”.

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Edición de Ignacio Echevarría.
Ed. Universidad Diego Portales (Santiago de Chile, 2014).


PD 01. Más sobre la autora aquí: Deseo de ser punk y Un pistoletazo en medio de un concierto.

PD 02. Más aún sobre ella, en Rebelion.org.




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